/ Varios trabajos del 2016 /

Como siempre seguimos adelante con Sergi y Eudald de Altura, los amigos de En torno a la silla, Rai, la fusteria de Can Batlló…

Recordamos que este año 2017, se cumple el término para adaptar edificios existentes que no tengan prevista ninguna ampliación, reforma, cambio de uso, etc. («son actuaciones exigibles: las más eficientes, que con un costo reducido permitan una importante mejora de la accesibilidad al edificio»).

La obra nueva, por supuesto, tiene la obligación de cumplir con todos los requisitos.

 

/ Exposición Rehogar7 / Re(h)usar desde la diversidad funcional (Octubre 2015)

En torno a la silla

En los últimos meses no hemos parado. Del 15 al 31 de octubre tuvimos el gustazo de participar en la exposición REHOGAR 7 · Diseño Abierto y Reutilización organizada por MAKEA en el Espai Txema BioBuil(L)t de Barcelona (+ info: eldiario.es | RNE4a partir del minuto 29:45)

Esta edición de REHOGAR presta especial atención a las “Habilidades y Compromisos” de las personas, profesionales, comunidades y redes que activan procesos de transformación de su entorno, y posibilitan su reproducibilidad y adaptabilidad a otros contextos. Transformaciones que se hacen posible mediante técnicas de Reutilización y metodologías de Diseño Abierto, un diseño que crece y evoluciona porque puede ser mejorado por y con otras.

REHOGAR explora un amplio abanico de transformaciones a través de una selección de más de 30 propuestas con un ADN abierto y compartible, dando cuenta de los procesos, las prácticas y las herramientas que facilitan la transformación…

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/ Relatograma

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Con En torno a la silla estuvimos en el Forum de cultura libre hablando del diseñar en abierto para una vida fuera de catálogo.

Aquí el relatograma que hizo de nuestra intervención Carla Boserman. Es en realidad el relato gráfico de lo que queríamos decir allí, coincidimos plenamente con su mirada!

/ #cacharratón

#redcacharrera + CoCreable
11 de octubre 2014, Can Batlló.

Formo parte del colectivo En torno a la silla, que es un colectivo de diseño y autoconstrucción de productos de apoyo, pensados desde y para la diversidad funcional, que hace y piensa acerca de ello.
Cuando encontramos a Lluís de Cocreable en la feria maker, este verano, nosotros conocíamos su trabajo y nos acercamos a hablar con él ahí en la feria donde también estábamos presentando nuestras cosas. Y resultó que Lluís también sabía de nuestra existencia.
Rápidamente nos planteamos hacer algo juntos y luego de reunirnos y explicarle el punto donde nos encontrábamos en nuestro proyecto, luego de la Primavera Cacharrera (1), surgió la idea de montar hacia el otoño una jornada intensiva de construcción de cacharros, del tipo de un hackatón. Y eso fue el cacharratón.
Vimos que la cocreación podía ser un buen modo, muy dinámico y estimulante, de comenzar a hacer andar la red cacharrera (2) ya que nos pondría manos a la obra de inmediato. La idea principal era, mediante el proceso on-line que ofrece su plataforma, volcar, reunir y madurar ideas de cosas a construir en una única jornada.
Comenzamos el proceso, se presentaron ideas sencillas y otras más complejas, básicamente para dar solución a temas de funcionamientos diversos.
Se presentaron ideas de desarrollo muy específico, como por ejemplo cómo dar autonomía a una persona con tetraplégia para vaciar su bolsa de orina sin ayuda, o pensar un sistema de mousse que funcione de otras formas y nos solo con las manos, o un elemento que ensamblado a la silla permita sostener una patineta a modo de sidecar, o un sistema de protección del sol y la lluvia para la silla…
Hubo también ideas de desarrollo más genérico como por ejemplo diseñar una línea de ropa accesible o accesorios y gadgets para la silla.
Otras de desarrollo más teórico, como fueron la propuesta de pensar justamente el funcionamiento de la futura red cacharrera, o como pensar y hacer accesibles espacios sociales, que fue uno de los retos que desarrollamos y llamamos TAE.
Una vez desarrollado el proceso de volcado y mejora de los retos seleccionamos presencialmente cuatro, y más o menos cada uno pertenecía a los campos que he descripto.
Los días previos al Cacharratón juntamos, compramos y pedimos materiales que habíamos detectado que necesitaríamos, hicimos toda la cartelería y la difusión, la verdad es que fue bastante trabajo.
El día del Cacharratón se presentaba intenso ya que teníamos que hacer mucho en un día, y comenzamos, todos habíamos traído algo además de ideas y comida para el mediodía: herramientas, una impresora 3D, una máquina de coser, materiales, telas, etc, teníamos sillas de ruedas vacías para probar cosas, y la gente del taller de mobilitat se encargó de preparar el espacio, dejar un banco de trabajo, mesas, etc.
Los que participamos sabíamos a cual de los retos nos ibamos a dedicar aunque también – y esto fue un agregado interesante- durante la jornada hubo “visitas itinerantes”, muy útiles, porque de algún modo iban enhebrando todo lo que se hacia en los grupos.
Creo que fue muy provechoso e interesante, porque más que correr a buscar un resultado, lo que hemos conseguido fue:
-abrir procesos, dar inicio a una red estable.
-vincular personas entre si con saberes muy diversos, conocernos, comenzar nuevas alianzas.
-empoderar enormemente a los que siempre tienen el papel de “usuarios” y que esta vez fueron imprescindibles para enunciar no sólo las necesidades sino las soluciones ya que muchas de las ideas preliminares surgieron desde la misma diversidad funcional.
-“tocar” la ortopedia, que siempre relacionamos con la rehabilitación de un cuerpo solo y que no esta disponible, para ser intervenida desde el diseño o desde la improvisación, desde la pura estética, o la moda, o el arte o el juego.

Alida / En torno a la silla
28 de octubre 2014

(1) La Primavera Cacharrera tuvo lugar en junio. Fue coorganizada por la OVI, los talleres de Can Batlló y por En torno a la silla). Fue una jornada donde se presentaron productos de apoyo, aplicaciones de móvil, gadgets, etc. pensados desde y para la diversidad funcional, demostrando una frondosa y creativa innovación habitualmente oculta.
(2) De la Primavera Cacharrera surgió la idea de montar la red cacharrera de un modo estable y con sede en el Taller de mobilitat de Can Batlló.
La red cacharrera enlazará:
– Personas: productores, terapeutas ocupacionales, diseñadores, manitas, usuarios… interesadas en la construcción y el diseño de cacharros pensados siempre desde el diseño abierto, el bajo coste y la autoconstrucción, desde y para la diversidad funcional,
– Actividades de construcción, mantenimiento y reparación de material ortopédico, sillas de ruedas, etc. y su aprendizaje.
– Un banco de repuestos, de herramientas y de conocimientos.
– La documentación, esto es tutoriales y repositorios donde ir compartiendo aquello que se haga.

#cacharratón minuto cero
#cacharratón minuto cero
preparando el #cacharratón con CoCreable
preparando el #cacharratón con CoCreable
Marcos
Marcos

 

Marga
Marga
Grupo bolsa de incontinencia
Grupo bolsa de incontinencia
Grupo T.A.E.
Grupo T.A.E.
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Maker Néstor e impresora 3D
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Grupo textil, gadgets para la silla

 

Grupo Protección sol/lluvia
Grupo Protección sol/lluvia
Silvia y Nestor
Silvia y Nestor

/ Producir maquinas y territorios encarnados de intersección / Synusia 2014

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Con este título nos han invitado a hablar en Synusia (en el curso «Cuánto puede un cuerpo colectivo»), y para pensar nos han planteado estas preguntas:
a) ¿Que ventanas de posibilidad se han abierto a partir del 15M? ¿En que sentido se han abierto condiciones de posibilidad para nuevas alianzas desde esta experiencia/colectivo?
b) En esta primera apertura de transversalidades, ¿cual ha sido la potencia política de la noción de diversidad funcional? ¿en que sentido esta noción se ha visto ampliada y desbordada hacia un nuevo territorio de interseccionalidad?.

Aqui va lo que preparamos y dijimos ese día:

En torno a la silla es un colectivo de diseño y auto-construcción de ayudas técnicas, desde y para la diversidad funcional.
También es un colectivo de divulgación de estos temas, que piensa y hace acerca de ello.
Impulsamos cosas como la Primavera Cacharrera, estamos involucrándonos en la organización de la red cacharrera que funcionará en Can Batlló y en una jornada de co-creación y construcción de productos de apoyo que hemos llamado Cacharratón. También estamos haciendo un documental interactivo que se llamará Vidas fuera de catálogo.
Somos, finalmente, una comunidad toda ella hecha de intersecciones entre activistas de la vida independiente, documentalistas, arquitectas, manitas, inventores, etc. Una comunidad inacabada que se va tramando, se va inventando y componiendo en su encuentro con cosas y personas y situaciones…
En ese sentido, y por el camino, todas hemos reubicado nuestros saberes, nuestras certezas e inclusive nuestros propios cuerpos.

1.
Desde hace unos años, pongamos desde el 15M pero también más atrás, desde el banco ocupado de plaza catalunya u otros momentos de la okupación del espacio público, muchas luchas en esta ciudad se han caracterizado por ser “momentos espaciales”, momentos de abrir infraestructuras.
Balbuceantes y frágiles, pero donde esa necesidad y capacidad de darnos infraestructuras (infraestructura entendida complejamente en su sentido material, también de vínculos y de redes de apoyo y sustento) se hizo tangible.
Hace mucho tiempo que las condiciones materiales –infraestructurales y ambientales- forman parte de nuestra agenda, ya que sabemos que para pensar y vivir en común nos hacen falta espacios comunes.
El 15M ha tenido una particular persistencia en el abrir, materializar y sostener, esos espacios experimentales.
Creo que es en esa dimensión del 15M que la existencia de la Comisión de Diversidad Funcional alcanzó su sentido más pleno.
La plaza tuvo muchos dispositivos de accesibilidad para relacionar toda esa diversidad que la estaba habitando (de edades, de hábitos, de lenguajes, de conexiones, de situaciones vitales) ¿cómo se conectaba todo ello para ensanchar nuestras posibilidades? ¿qué necesitábamos para que ese cuerpo pueda más?…
Hubo prótesis en el 15M, códigos en las asambleas, lenguajes de signos y también de gestos para no interrumpir, para no imponer, para facilitar la toma y la escucha de la palabra.
Hubo cantidad de herramientas tecnológicas y digitales, dispositivos maquínicos de muchas clases.
Hubo tiendas, casas en los árboles, crema solar, cabinas de WC, agua, alimentos, huertos, sombra, servicio sanitario, hubo pasillos para evacuar las asambleas en caso de emergencia, etc…
Fue todo un ensayo de como se crean formas y espacios políticos que puedan ser habitables por todas y cualquiera (no solo activistas, militantes, apasionados, jóvenes, especialistas, etc.)
Entonces, con el 15 M, el concepto diversidad funcional se explicita de otro modo, podemos decir que con el 15M el concepto “diversidad funcional” estalla en otras direcciones. El cuerpo colectivo donde se encarna el concepto diversidad funcional crece, porque de algún modo el “normal” también se auto-reconoce y quiere ser reconocido como diverso.
Nosotras decíamos: “Para los que nos reunimos en la comisión de diversidad funcional de la plaza, no se trata de compartir una identidad, sino de ponerse juntos, del mismo lado, para interpelar a una realidad que no reconocemos a nuestro favor y queremos reconfigurar a nuestra medida y según nuestros deseos y necesidades”.
Pensemos en el banco okupado, en el 15 M, pero también en la Pah, en los Yayoflautas, en el Babyblock, ahora las movilizaciones presuponen un cuerpo que requiere apoyo.
Lo dice muy bien J. Buttler:
“Uno de los rasgos importantes de las reuniones públicas que hemos visto recientemente busca confirmar que la resistencia política se basa, fundamentalmente, en la movilización de la vulnerabilidad y que las formas plurales o colectivas de resistencia están estructuradas de forma muy distinta a la idea de un sujeto político que establece su agentividad venciendo su vulnerabilidad».
Creo que este es el modo para nosotras más interesante de pensar las alianzas que el 15M posibilitó para continuar pensando la gran pregunta ¿Cómo queremos vivir juntos?

2.
Hay una segunda idea, contenida en el concepto Diversidad funcional, que también nos atraviesa e intersecta a todas.
Es la idea de funcionamiento.
Y aquí viene muy bien recoger algunas ideas de Silvia Gil.
Funcionamos con criterios de autosuficiencia y productividad, pensamos nuestras capacidades en relación al mercado, y aquí no están contempladas las diferencias, ni entre nosotras ni al interior de nuestras vidas (la enfermedad, la vejez, la infancia, etc)
Como los cuerpos que llamamos “discapacitados”, nuestros cuerpos también están constreñidos a normas de funcionamiento, nuestras vidas funcionan a medida de los tiempos y las economías de las instituciones, de las grandes corporaciones, de los estados.
¿Cómo trascendemos estas prácticas, estas representaciones, estos valores instituidos para acoger nuevos funcionamientos, nuevas formas de hacer, nuevos modos de habitar?
Porque la lógica existente (la que piensa en términos capacitistas) atiende a un funcionamiento muy limitado.
¿Cómo queremos vivir juntas? …y para ello, ¿cómo sostenemos nuestra vida propia, singular? ¿Cómo hacemos un mundo común hecho de diferencias irreductibles?…

3.
Retomando cosas que la Primavera Cacharrera hizo pensar y escribir a Tomás (Sánchez, compañero de En trono a la silla).
Él compara la primavera cacharrera con el catálogo ortoprotésico.
Y dice, lo que cataloga el Catálogo ortoprotésico son posibilidades existenciales,
Se trata de la VIDA permitida por el catálogo a través de la subvención y el subsidio de objetos alquilados o comprados a agentes económicos privados con la cobertura financiadora de las administraciones publicas… objetos estandarizados, homologados y con certificados de seguridad.
Y esto es el día a día de las ayudas técnicas de las que se sirven las personas que necesitan objetos para funcionar.
Lo que vimos en la Primavera Cacharrera es, en cambio, una tecnología, unos modos de cooperación, de producción entre iguales, unos objetos en su puro valor de uso, una comunidad, unos elementos y vínculos que llamaremos “fuera de catalogo”.
Una innovación oculta hecha por unos cualquiera, que diseñan y hacen cosas.
Tomás hace una lista de lo que hubo allí:
-Alternativas de re-uso y reciclaje: hubo cultura de la reparación y la reutilización.
-Alternativas de auto-fabricación y tecnologías de bajo coste y hecho a medida.
-Alternativas de auto producción: producción colaborativa, innovación distribuída y conocimiento libre.
-Alternativas de fabricación libre, distribuída, por ej. las impresoras 3D, que también hacen accesibles la documentación, tutoriales y planos, para remezclar o replicar algo
-Hubo repositorios de ideas y soluciones, adaptaciones, apaños y creaciones
-Hubo circulación del conocimiento y la creatividad, desde y para la comunidad hacia si misma.
Para nosotros aquí hay una genealogía que va del 15M a la Primavera Cacharrera, a la que En torno a la silla intenta ser leal.
Y hagamos la lista de las limitaciones con que nos encontramos:
Hacen falta recursos para poder continuar y para no auto-precarizarnos en el intento.
Canales de comunicación más densos entre los actores, espacios de fabricación, pensar en talleres y ateneos de fabricación reales y al servicio de la gente, de nosotros.
Hace falta institucionalizar los encuentros, darles consistencia. (por supuesto, hablo de instituciones nuestras)

Y hace falta hacer accesibles para todas, todos nuestros espacios… todos nuestros espacios deben ser accesibles!

Alida / En torno a la silla
25 de septiembre 2014.

/ Presentación en Madrid Laboratorio Urbano / Medialab-Prado

El pasado día 28 de mayo hice esta presentación en la apertura de los talleres de Madrid Laboratorio Urbano organizados por Medialab-Prado (junto con Alma Orozco y Joaquim Fonoll, a los que también podéis ver en el vídeo).

Hablaba de lo que hacemos en el colectivo “En torno a la silla”, centrándome en qué ciudad imaginamos y cómo pensamos los espacios sociales para que estos sean inclusivos, transversales, heterogéneos y diversos…

 

Presentación de Madrid Laboratorio Urbano

/ EDUCACION: cuerpo, funcionamiento y entorno.

aula A4 (1)

Educación: cuerpo, funcionamiento y entorno.  Alida Díaz.

Ejemplo:
Aula de la Facultad de filosofía, Universidad de Barcelona.

…” Por otra parte, dos estudiantes con discapacidad, Javier Pastor y Fredy García, denunciaron ayer que las nuevas instalaciones no están plenamente adaptadas para ellos. Dijeron haber advertido sin éxito de que la rampa de acceso no tiene antideslizante para frenar las sillas de ruedas, que no tienen mesas adaptadas y se ven obligados a tomar apuntes con el cuaderno apoyado en las piernas, y que no pueden abrir desde sus sillas las puertas de las aulas por falta de ángulo para girarlas.

El delegado del rector, Miquel Salicrú, afirmó que estas carencias quedarán resueltas. El antideslizante se pondrá de inmediato y se instalarán mesas para ellos. En cuanto a las puertas que no se pueden abrir, afirmó que el problema afecta sólo a seis de las 44 aulas y se puede estudiar cambiar a estos alumnos de aula…»

El aula que analizamos pertenece al edificio de la Facultad de filosofía, historia y geografía de la Universidad de Barcelona, ubicado en el barrio del Raval de Barcelona e inaugurado en el año 2006.
Es un aula para clases teóricas, de medidas medias, con un equipamiento fijo dispuesto en ocho filas. Cada una de las filas esta compuesta de diez asientos abatibles y una mesa fija y continua. El aforo máximo del aula es de ochenta alumnos.
Para el caso del alumno o alumna que utilice silla de ruedas para su movilidad, se ha previsto un puesto en el extremo de la primera fila, del lado más próximo a la puerta del aula. Siendo este, a su vez, el único punto del aula donde se cumple la medida real y necesaria para que una silla de ruedas gire 180 grados y la persona pueda entrar y ubicarse en diagonal a la tarima desde la que el profesor impartirá la clase.
El resto de espacios libres para circulación del aula no tienen la holgura necesaria, ni la medida mínima en los extremos de las mismas (un espacio donde se inscriba un círculo de 1.50m de diámetro como mínimo), como para dar la posibilidad al alumno de elegir su ubicación, o simplemente de moverse por el aula.No dudamos de que con este puesto, con sus medidas y su ubicación, los requerimientos que establece la normativa seguramente se den por cumplidos. Pero sabemos que la norma no solo resuelve necesidades técnicamente, siempre esta acompañada de una mirada normalizadora, una mirada que compara y jerarquiza, homogeneiza y excluye.

“Se comprende que el poder de la norma funcione fácilmente en el interior de un sistema de igualdad formal, ya que en el interior de una homogeneidad que es la regla, la norma introduce un imperativo útil y resultado de una medida, todo lo que se ha desvanecido de las diferencias individuales.” Vigilar y castigar, Michel Foucault.

Esta misma sensibilidad proyectual sabe que el espacio construye relaciones plenas de significaciones, y ubica a los alumnos en hileras de asientos y mesas fijos. En este alineamiento, cada cuerpo es un segmento dentro de un mecanismo superior, que nunca se trastoca, que ha distribuido los roles según un ordenamiento espacial inalterable.

“…Pabellones, salas y mobiliarios organizan lo múltiple, lo disperso, imponen un ordenamiento espacial, establecen sitios fijos y circulaciones, recortan segmentos individuales, establecen operatorias, relaciones, gestionan tiempos y valores…” Vigilar y castigar, M.Foucault.

Así como para la persona en silla de ruedas no hay otra ubicación posible que el “arrabal”, el aula tampoco ofrece otra posibilidad de encuentro u organización para el conjunto de los alumnos.
La disposición de la misma jerarquiza el frente. Y si hay frente hay Saber.
Es una idea reforzada por la altura desde la que el profesor dicta su clase, porque aunque las dimensiones del aula no lo hagan necesario -el profesor puede ser visto y oído desde todos los sitios- el aula tiene una tarima que lo eleva cincuenta y dos centímetros por encima de los alumnos.
Él tampoco tiene otra posibilidad de ubicación, y no tendría ninguna si una diversidad funcional le impidiese subir los escalones del estrado.

En el aula hay entonces, superiores e inferiores.
El aula produce desigualdad reforzando la diferencia (esto no es aquello) y construyendo la distinción (una distancia establecida entre esto y aquello): los inferiores no pueden lo que pueden los superiores.
El aula impone un cuerpo normativizado –cuerpo de alumnos y profesores- que es efecto de estas relaciones espaciales, el cuerpo normativizado es entonces un cuerpo producido por la posición que ocupa. Y en un doble movimiento, mientras impone un cuerpo normativizado como efecto de estas relaciones espaciales, el aula esta produciendo y reproduciendo materialmente el cuerpo discapacitado.
El requerimiento principal para todos los cuerpos, es el de estar con un funcionamiento único en un contexto agotado.

Contexto agotado el del aula muerta del siglo XXI, que en nada se distingue del modelo “aula cátedra”, creación del siglo XVIII.
Un contexto que impide muchos otros y distintos funcionamientos, el mismo que impedía al niño del siglo XVIII escribir con la mano izquierda.

“Para una buena letra hay que tener el cuerpo derecho, un poco vuelto y libre del lado izquierdo, y un tanto inclinado hacia delante, de suerte que estando apoyado el codo sobre la mesa, la barbilla pueda apoyarse en el puño, a menos que el alcance de la vista no lo permita; la pierna izquierda debe estar un poco mas adelante bajo la mesa que la derecha. Hay que dejar una distancia de dos dedos entre el cuerpo y la mesa; porque no solo se escribe con más rapidez, sino que no hay nada más perjudicial para la salud como contraer el hábito de apoyar el estómago sobre la mesa. El brazo derecho debe estar alejado del cuerpo unos tres dedos y sobresalir casi cinco dedos de la mesa, sobre la cual debe apoyarse ligeramente. El maestro hará conocer a los escolares la postura que deben adoptar para escribir y la corregirá cuando se aparten de ella.” (La Salle: conducta de los escolares cristianos, 1828). Vigilar y castigar, M. Foucault.

Y quizá sea esta es su significación principal, esta aula esta impregnada por el hecho de no haberse modificado en dos siglos, su vigencia se sostiene en la actualización continua de la sumisión de los cuerpos a su funcionamiento.

El espacio del aula ya esta cerrado para nuevos sentidos, clausura y no abre, imposibilita las relaciones, el pensamiento, la creación y no hay otra posibilidad para habitarla que hacerla estallar en otras múltiples dimensiones, construyendo con sus restos nuevos contextos y relaciones, para nuevos cuerpos y funcionamientos.